A LA MUERTE DE LA GORGONA

“El lugar era oscuro y rezumaba humedad. Parecía vacío, pero yo sabía que ella estaba allí. Al otro lado de aquel pasillo se encontraba mi tesoro, mi sueño, mi velloncillo de oro. La imagen apareció de pronto ante mí y apenas tuve tiempo de cerrar los ojos. El sonido sibilante de las serpientes rodeó mi rostro y el aliento de la Gorgona llegó a mis oídos.”

    Y era hora de volver al blog.

    Tengo que confesar algo, me siento un poco perdida con esto de escribir en el blog.  Hay veces en que la noche me sorprende rebosante de ideas para un nuevo artículo, pero a la luz del día me parecen superfluas y sin sentido, por lo que termino descartándolas. Por eso hoy decidí que directamente debía volcar aquellas ideas sobre la página, y así avanzar con éste artículo.

    Por eso aquí vuelvo con algunas novedades.

    Para empezar, hoy tuve una respuesta de una editorial sobre mi libro, la primera real de las que he enviado a España. Una editorial importante, grande, y por lo tanto, sin mucha necesidad de interesarse en autores noveles. Por lo tanto la respuesta ha sido un elegante “Lamentamos comunicarte que nuestro Comité de Lectura, después de valorarlo con detenimiento, no ha estimado oportuna la publicación del material que nos enviaste, al considerar que no se adapta a nuestras líneas editoriales.” Es una respuesta bastante usual por lo que sé de otros autores noveles.

    En estos días he enviado la obra a nuevas editoriales que fueron apareciendo en mi lista gracias a autores, lectores y reseñadores que me pasaron nuevos datos. Así que a no desfallecer, todavía me quedan como unas 19 editoriales más y unas 20 agencias literarias. Lo destacable es que empiezan a llegar las respuestas, así que ¡espero pronto poder darles una buena noticia!

    Pero hay algo hermoso que estoy encontrando en este camino hacia la publicación, y es conocer a otros escritores, noveles y con experiencia,  grandes en su rubro; lectores, fanáticos de la literatura, de la fantasía, de la poesía, en fin… de las letras. He encontrado un calor humano increíble, personas que aman la literatura al extremo, que intentan ayudar a los que nos encontramos medio perdidos en ésta niebla oscura de las editoriales, que nos dan fuerzas, aliento y mucho más. Para mí, que estoy lejos del país donde quiero publicar, he tenido la fortuna de conocer muchas personas que me han ayudado a lo lejos, y eso es maravilloso. En el mundo de la literatura se comparte más que historia, se comparte el alma, la pasión, las esperanzas, las ilusiones, los sueños, los deseos, las alegrías, las ansiedades, las tristezas, pero sobre todo, se comparte un estilo de vida que nos acompaña en cada página leída.

    ¡Gracias de todo corazón a todos aquellos que me acompañan! Son un regalo que no esperaba y que estoy feliz de disfrutar.

    Ahora quiero contarles algo de la página. Como (espero) habrán notado, he cambiado la imagen de la web. Como verán he colocado una imagen promocional en el encabezamiento. Por supuesto la imagen no es mía, me he tomado la libertad de tomarla y hacerle algunos cambios. Por otro lado, a un costado podrán apreciar un escudo que creé para la saga, cuya traducción es: “Vlad Dracul. Orden del Dragón”. Espero que les guste y les pique un poquito la intriga de saber de qué va ;), aunque los fanáticos de Drácula ya se harán una pequeña idea, déjenme decirles que es más complejo y extraño de lo que imaginan.

    Para terminar, quiero agradecer a todos los que visitan esta web. Me hace muy feliz ver que cada día el número de seguidores aumenta, y que ya he pasado las 2.000 visitas, en menos de dos meses online. Es una emoción muy grande que realmente me hace mucha ilusión. Espero que sigan disfrutando de mis historias y de ésta odisea por la publicación de mi libro.

    Ya lo saben, saldré de mi cueva, tomaré mi espada y cortaré las tres cabezas del dragón de fuego. Entraré al laberinto, me perderé en sus pasillos, pero mataré al Minotauro.  Me enfrentaré a la Gorgona, la reina de las serpientes, la de cabellos vivientes, la mujer de las estatuas; pero cerraré los ojos y seguiré adelante para ver mi sueño hecho realidad.

    ¡Nada ni nadie puede detenerme en esta cruzada!

© 2012 Julieta P. Carrizo